Este segundo volumen estudia sus enseñanzas sobre el "sentido" de la filiación divina; la libertad de los hijos de Dios; y la necesidad de las virtudes para alcanzar la identificación con Jesucristo, perfecto Dios y perfecto hombre.
Los autores ofrecen este segundo volumen como "Estudio de teología espiritual" basado en la enseñanza de san Josemaría. Esta obra se presenta en su conjunto como el primer intento de exponer teológicamente y de modo sistemático su mensaje acerca de la santidad del trabajo profesional y de la vida cotidiana del cristiano.
Recordemos que el primer tomo o Parte I de este tratado aborda la finalidad de la vida cristiana, la gloria de Dios. Son tres los capítulos entrelazados sobre este fin último según la enseñanza de san Josemaría: para dar gloria a Dios, los fieles han de buscar que Cristo reine, cooperando con el Espíritu Santo en la edificación de la Iglesia. Los autores destacan que este dinamismo interno está contenido en germen en un texto emblemático de san Josemaría, escrito en 1934 (p. 247).
El segundo volumen recién aparecido o Parte II viene a ser la otra cara del fin último, es decir, la perfección del sujeto identificado con Cristo, también en tres capítulos, que giran en torno a la filiación divina. Y el tercero aparecerá más adelante para exponer la Parte III, tratando el camino de la vida cristiana buscando la santificación en medio del mundo, centrado en la santificación del trabajo profesional, y de la vida familiar y social. Cerrará esta obra un importante Epílogo sobre la unidad de vida, el concepto que recapitula la enseñanza de san Josemaría.
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Los autores ofrecen este segundo volumen como "Estudio de teología espiritual" basado en la enseñanza de san Josemaría. Esta obra se presenta en su conjunto como el primer intento de exponer teológicamente y de modo sistemático su mensaje acerca de la santidad del trabajo profesional y de la vida cotidiana del cristiano.
Recordemos que el primer tomo o Parte I de este tratado aborda la finalidad de la vida cristiana, la gloria de Dios. Son tres los capítulos entrelazados sobre este fin último según la enseñanza de san Josemaría: para dar gloria a Dios, los fieles han de buscar que Cristo reine, cooperando con el Espíritu Santo en la edificación de la Iglesia. Los autores destacan que este dinamismo interno está contenido en germen en un texto emblemático de san Josemaría, escrito en 1934 (p. 247).
El segundo volumen recién aparecido o Parte II viene a ser la otra cara del fin último, es decir, la perfección del sujeto identificado con Cristo, también en tres capítulos, que giran en torno a la filiación divina. Y el tercero aparecerá más adelante para exponer la Parte III, tratando el camino de la vida cristiana buscando la santificación en medio del mundo, centrado en la santificación del trabajo profesional, y de la vida familiar y social. Cerrará esta obra un importante Epílogo sobre la unidad de vida, el concepto que recapitula la enseñanza de san Josemaría.