Este clásico atemporal de la literatura infantil cuenta la inolvidable historia de Mary Lennox, una niña de nueve años que tras quedarse huérfana en la India llega a Misselthwaite, la misteriosa mansión de su tío en los ventosos y húmedos páramos del condado de Yorkshire. Nada le gusta en su nuevo hogar, se siente sola y la atmósfera sombría acentúa su mal carácter, además echa de menos el clima soleado y cálido al que estaba acostumbrada...
Hasta que un día Mary descubre un lugar mágico para ella y sus nuevos amigos: Colin, su primo enfermo y caprichoso, y Dickon, un muchacho ingenuo y bondadoso. Todos juntos, con la inesperada guía de un petirrojo, rehabilitarán el jardín secreto de la mansión y forjarán así una relación especial que cambiará sus destinos.
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Esta obra tiene algo
Esta obra tiene algo desconcertante: Se presenta como una novela juvenil pero los valores que contiene son válidos para todas las edades. Se trata de una larga fábula con dos enseñanzas principales. La primera de ellas es la de que la mala educación y los pensamientos negativos son malos para la salud.
Mr. Archibald Craven era un hombre muy rico que había renunciado a la vida al morir de parto su joven esposa. Hasta se olvidó de que tenía un hijo -Colin- al que encomendó a criados y enfermeras y él se dedicó a viajar. Colin creció recluído en su habitación. Todos decían que era un niño delicado y que iba a morir pronto, y él mismo, hasta los diez años, vivió imbuído de ese convencimiento. Pronto aprendió que para conseguir lo que quería le bastaba con hacerse el enfermo y hacer gala de su mal humor y su rabia. Mary Lennox, su prima, había llegado a la casa al morir sus padres en la India. Había crecido rodeada de criados, pero ajena a la intensa vida social de sus padres. Era despectiva y acostumbrada a que la sirvieran.
La segunda enseñanza de la novela reside en el valor terapeutico del contacto con la naturaleza y con la gente sencilla del pueblo. Frances Burnett, la autora, estaba separada de su marido y al morir su primogénito cayo en una profunda depresión. Llegó a Inglaterra y se encerró en una casa con jardín para escribir la novela. En élla Dickon, un niño de Yorkshire, se hace amigo de los dos primos. Vive en el páramo, tiene once hermanos y sus mejores amigos son los animalitos que ha ido encontrando en medio del campo. Dickon logra entusiasmar a Colin y Mary con los animales, las plantas, los olores del campo y las flores que crecen en el jardín secreto.
La autora había perdido la fe religiosa y se dedicó al espiritismo y la Teosofía; algo parecido al New Age actual que predica la bondad del Universo. Ella lo denomina la Magia de la naturaleza y en un momento lo identifica con la Bondad, que, efectivamente, es un atributo de Dios. La madre de Dickon dirá: "Esa gran Bondad no se preocupa de los nombres. Nunca dejes de creer en la Bondad tan grande que el mundo está lleno a rebosar de ella... y llámala como quieras. (...) Si lo importante es la alegría ¿qué son los nombres para el gran Creador de la alegría?" (pág.283). Así tiene hasta toques teológicos.
Es difícil determinar para qué edades es adecuado el libro. La editorial lo presenta como para 10 años en adelante pero tiene un valor permanente. Literariamente cuenta con momentos brillantes al describir las maravillas de la naturaleza, pero puede ser repetitivo, como cuando invoca a la Magia que todo lo sana. Los personajes están bien dibujados; ni les falta ni les sobra nada.
Un cuento de hadas con final
Un cuento de hadas con final feliz, con magia incluida. Un argumento mínimo. Dos muchachos, primos entre sí, que por diversas circunstancias han crecido sin educación de sus padres, que se encuentran y descubren la maravilla de la naturaleza de mano de un chaval de la misma edad, unos diez años, de familia numerosa, pobre y feliz. Dickon, el muchacho del páramo, con su dominio de la naturaleza y su capacidad de tratar a los animales, les ayuda a descubrir las ventajas de vivir al aire libre.
La madre muerta, el padre desolado, contrastan con la mujer muy pobre, que vive en una casita cerca del palacio de Dicon y Mary, que transmite paz, que sabe muy bien qué es lo importante. Hay una exageración, propia del género, en torno a las propiedades de la naturaleza para hacer revivir a esos niños que eran tristes y gruñones. Lo que cambia a estos niños ricos pero abandonados es la amabilidad de otras personas, pero aquí se presenta la naturaleza como el principio de todo bien. Un naturalismo extremado unido a una idea confusa sobre la magia. Solo la mujer del páramo, la madre de los doce hijos, les habla de Dios y les lleva a dar gracias.
Me ha parecido largo para el género. Un argumento de este estilo se puede desarrollar en un cuentecito de cien páginas. Las trescientas que tiene el libro me parecen excesivas, y dan pie a múltiples repeticiones. La historia es bonita, bien escrita, con muchas descripciones del jardín, de las plantas, de los animales.
Precioso relato de la célebre
Precioso relato de la célebre autora F.H. Burnett, un maravilloso cuento de hadas moderno, lleno de magia y de Bondad. Los protagonistas son Mary y Colin, primos hermanos, ambos de 10 años de edad. Atendidos solamente por criados y sirvientes, sin el cariño de sus padres, se han convertido en unos niños consentidos, malcriados, egoístas, soberbios y enfermizos… hasta que descubren el jardín secreto.
El jardín secreto, cerrado y abandonado durante años, comienza a revivir gracias a los cuidados de Mary; y en la medida en que el jardín crece y sale de su letargo, la niña también va creciendo por fuera y por dentro, y consigue contagiar su felicidad a los demás. Así, la transformación del jardín se convierte en una metáfora de los protagonistas y, al mismo tiempo, de cualquier ser humano, porque es posible que todos en nuestro interior tengamos un jardín secreto que hay que cuidar, abonar y sembrar con alegría, generosidad, bondad y amistad, si queremos que florezca.
Con un estilo preciosista y delicado (excepto en la imitación del habla de Yorkshire), la descripción del hermoso jardín y de todas las especies que habitan en él acercan al lector a la naturaleza: los rayos del sol, el viento, los rosales, las campanillas van alejando la oscuridad del alma de los personajes y dan paso a una luz resplandeciente. Para algunos, todo esto está lleno de magia; para otros, en el jardín está presente la mano de Dios.
Delicioso relato en el que el
Delicioso relato en el que el cariño y optimismo de una persona es capaz de cambiar su entorno.
Un cuento delicioso,
Un cuento delicioso, entrañable y profundo. Muy recomendable, la psicología infantil siempre enseña, tanto a jóvenes como adultos.
Gran historia juvenil que me recuerda a los cuentos de mi niñez.
La división en 27 capítulos, que casi cada uno es una historiay un misterio, favorece la lectura, sobra todo a los jóvenes, pues no resulta necesario recordar lo anterior para disfrutar de lo siguiente.
Esta obra se convirtió desde su publicación en 1910 en un clásico de la literatura infantil y juvenil en lengua inglesa y ha sido considerada como la obra más lograda de F.H. Burnett, que alcanzó la fama como escritor tras la aparición de su segunda novela, El pequeño lord, en 1885.