Nuestro planeta esconde tesoros que no son de oro, sino de clorofila y agua. En la Tierra hay rincones salvajes más impresionantes que cualquier hotel de cinco estrellas, cascadas naturales que ningún parque acuático es capaz de imitar, y paisajes volcánicos que hacen sombra a los efectos especiales de la mejor película.
Si alguien dudaba de por qué es nuestro deber salvar el planeta, en cada página de este libro encontrará un rincón que merece ser preservado y respetado. Prepárate para disfrutar del viaje... ¡y del paisaje!
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Descripción de quince lugares
Descripción de quince lugares del mundo, increíbles por su belleza y por sus extraordinarias características. Situados en diferentes países (Yemen, Irlanda, México, China, Turquía, Argentina, etc.), se trata de parajes impresionantes como islas, montañas, cuevas, cataratas o lagos que destacan por sus peculiaridades que los hacen únicos en nuestro planeta. Entre ellos, por ejemplo, se puede destacar el Salar de Uyuni en Bolivia, un desierto de sal de extrema blancura que se convierte en el mayor espejo del mundo y que probablemente procede de un enorme lago prehistórico que se secó hace miles de años.
En la obra también se describen otros lugares muy conocidos como la Gran Barrera de Coral en Australia, formada por trillones de corales marinos de más de 400 especies diferentes y que, con sus 2.600 kilómetros, se puede ver desde el espacio; o el Parque Nacional de Yellowstone en Estados Unidos, el más antiguo del mundo ya que fue inaugurado en 1872, que sobresale por sus particularidades geotérmicas (géiseres, fumarolas, pozas, etc.) y por su rica vegetación. En España, como lugar insólito, se describe el río Tinto en Huelva, uno de los yacimientos más importantes en superficie de todo tipo de minerales: en sus aguas venenosas de color rojo, abundan el hierro, el cobre, el cadmio o el manganeso (p. 37).
Los autores de los textos son Irene Cívico y Sergio Parra, que ya han colaborado juntos en producciones anteriores como la colección de no ficción “Las chicas son guerreras”. De forma amena, saben conjugar en sus libros la información rigurosa con abundantes toques de humor; así, en este trabajo, utilizan de forma frecuente la segunda persona de implicación con alusiones frecuentes a los lectores: “quizá hayas oído”, “para que os hagáis una idea”, “si te fijas bien”, etc. La obra se completa con las ilustraciones de Eliza Moreno, muy realistas y llenas de color, que permiten conocer los entornos naturales que se describen: una forma de promover entre los lectores el estudio de la geografía y el cuidado y la conservación de la naturaleza de las diferentes partes del mundo.