Los artistas, algunos artistas, buscan el silencio. A veces se confunden porque solo buscan quietud, y al poco rato están prendados de la luz, la luz sola, la claridad estática, sin relieve y sin movimiento. Y resulta que Ozu, director de cine japonés, quiere mostrarnos la eternidad del segundo, pretende inmortalizar el silencio de un momento de quietud, como si no quisiera que pasara el tiempo.