Jesús Montiel, después de los libros estupendos que ha ido publicando, nos presenta en el último, “El niño que he sido”, una visión bastante distinta a lo que leíamos en los anteriores. Cuando un escritor, más aún si es poeta, escribe un libro muy pendiente de lo que ve, está poniendo en verso o en prosa su experiencia. Montiel es muy poeta y su prosa es rica en descripciones y, sin duda, manifestación de sentimientos y de admiraciones.