La pregunta que podemos hacernos al celebrar el IV Centenario de la muerte de san Simón de Rojas (Valladolid 1552-Madrid 1624), co-patrono de Móstoles, sería por qué la Iglesia tardó más de un siglo en su beatificación (1766) y, luego, dos siglos más para su canonización en 1988. Seguramente, el Espíritu Santo deseaba recordarnos a los cristianos del siglo XXI la perenne actualidad del mandamiento de la caridad y más en los tiempos que corren. Es decir, que conviene seguir atendiendo a los desfavorecidos y menesterosos de nuestro tiempo: pobres, emigrantes, personas que sufren marginación etc.