Hay casas, domicilios familiares, en los que hay importantes acumulaciones de libros. En sí misma, esa presencia detona un cierto nivel intelectual. Que en una familia haya muchos libros suena, normalmente, a que se lee mucho. Cuando se compran libros es porque alguien en la familia lee. Con frecuencia se puede comprobar que cuando los padres son buenos lectores los hijos también lo son. Y en estos casos se compran libros, unos cuantos -10, 15, 20…- al año. Por lo tanto necesariamente aparecen las estanterías llenas de libros.