Es un verbo que puede utilizarse en el lenguaje coloquial en muchos sentidos. Cuanto más se utiliza en el día a día, menos se entiende lo que verdaderamente significa, porque solo un sentido de esa palabra es preciso y, de la misma manera que creemos en un solo Dios, solo debería hablarse de adorar al Dios verdadero. Pero ya se sabe, “este chico es adorable”, “tengo auténtica adoración por mi madre”, etc., son modos de hablar que manifiestan admiración, agradecimiento, amor profundo.