El 1 de noviembre de 1755 un terremoto sacudió la capital de Portugal, Lisboa, extendiéndose a Cádiz y Sevilla. Las cifras no son exactas, pero se estima que murieron alrededor de sesenta mil y cien mil personas. Europa recibió las noticias tres semanas después, y prontamente la discusión sobre este hecho afloró entre los intelectuales. Voltaire (1694-1778) fue uno de los que se vio consternado ante tal suceso.