Hace mucho tiempo, un trol perverso fabricó un espejo mágico en el que todo lo bueno que se reflejaba en él desaparecía y todo lo malo se agrandaba e intensificaba. Cuando quiso subirlo al cielo, el espejo se le cayó y se rompió en millones de fragmentos de hielo, que se esparcieron por todo el planeta. Años después, Gerda y Kay, dos niños muy amigos, casi como hermanos, pasan mucho tiempo jugando, cuidando de las flores y escuchando las historias que les cuenta la abuela de Gerda. Pero, un día, una esquirla de hielo del espejo mágico se clava en el ojo de Kay y se posa en su corazón.