Carlos Bousoño (1923-2015) pertenece a una generación poética que los autores definen por su falta de seguridad. Su primer poemario, de 1945, es de inspiración religiosa; en 1946 evoluciona hacia una poesía dolorida, existencialista; y en 1967 sus poemas se hacen más estudiados: "analíticos" sugiere el poeta.
Alperi y Mollá realizan un paralelismo con otros autores para el periodo 1940-1975, por lo que el libro es tanto un ensayo sobre Bousoño como una pequeña antología poética de la generación de la postguerra.