Luis de Sarria, huérfano desde temprana edad, se educa bajo la protección del conde de Tendilla. Estudia humanidades y profesa en el convento dominico de Santa Cruz de Granada en 1525, llamándose en religión Fray Luis de Granada. Pasa algún tiempo en el colegio de San Gregorio de Valladolid, y luego en Córdoba, para trasladarse posteriormente a Portugal, donde desarrolla gran parte de su actividad y donde muere en 1588.