Viejas consideraciones, y siempre nuevas, sobre la realidad del pecado, de nuestra miseria personal y el perdón de Dios. Un libro especialmente necesario en nuestra sociedad moderna, soberbia, que tiene tanta dificultad para decir "lo siento" o "me arrepiento". El autor nos enseña a sacar fruto del estiercol, técnica, por otra parte, muy antigua.