El autor comienza su relato a partir del final de la Última Cena (verdadero inicio espiritual de la pasión), cuando Jesús se dirige con sus apóstoles hacia el Huerto de Getsemaní. A partir de ahí sigue paso a paso los relatos de la Pasión y nos da un cuadro acabado y detallista en el que recoge las aportaciones de los mejores comentaristas, además de algunos literatos como Bernanos o Papini, y, por supuesto, sus propias reflexiones. En ocasiones presenta opiniones dispares, pero se decanta siempre por un criterio certero, que es el relato evangélico.