Marcus Goldman acaba de tener un éxito sin precedentes con su primera novela y se enfrenta a un contrato de cinco libros más con plazo de entrega de cada uno de los manuscritos; el único problema es que, desde su piso de Nueva York, es incapaz de escribir nada más. Como quien se agarra a un salvavidas, llama a su mejor amigo y mentor en el mundo literario, Harry Quebert, quien le acoge en su casa de Aurora, New Hampshire, un pequeño pueblo de Nueva Inglaterra, donde todos se conocen, pero donde todos guardan secretos inconfesables.