Oviedo, Anno Domini 842. La reconquista pende de un hilo. Negras amenazas se ciernen sobre el Reino de Asturias. El rey Alfonso II, en su lecho de muerte, ha designado heredero al noble Ramiro. Pero una importante facción de la aristocracia conspira contra el elegido: el magnate Nepociano, viejo disidente, vuelve de su destierro y encabeza un golpe de estado. El emir de Córdoba, Abderramán II, bendice la operación; ignora el moro que bajo sus mismas narices se trama otra conspiración de largo alcance.