La señora Osmond, la Isabel Archer de El retrato de una dama de Henry James, heredera de una gran fortuna legada por su tío, huye de Roma tras descubrirse traicionada por su marido y madame Merle, a quien creía su amiga, y se refugia en Londres, donde después de encontrarse con la señorita Janeway y su amiga Henrietta Stackpole, decide hacer frente a sus fantasmas y tratar de recuperar la libertad y la independencia que habían sido el motor de su juventud.