Teresa de Cepeda y Ahumada (1515-1582), más conocida como Santa Teresa de Jesús, es una de las figuras más extraordinarias de su época, así como de toda nuestra historia. Su personalidad combativa, su carácter extrovertido, sus experiencias místicas, el hecho de que reflejara buena parte de sus vivencias y pensamientos por escrito pese a su condición de mujer y de religiosa en el siglo XVI en España -lo que le supuso no pocos problemas y trabas-, hacen de ella una precursora y una figura de interés universal.