El hombre es un ser privilegiado. Lo hizo Dios a su imagen y semejanza, y le dio inteligencia y libertad para que encaminara la vida hacia un destino inmortal y feliz. Sin embargo, en el drama de la existencia humana sobre la tierra, experimenta la tensión de no saber qué decisión tomar. En esa encrucijada difícil le asisten ayudas poderosas, y tropieza también con obstáculos que tientan su libertad. A favor, los ángeles; combatiéndole, el demonio.