A Sara no le gusta nada la playa, solo quiere estar tranquila. Sin embargo, junto al mar, hay un jaleo tremendo: los demás niños no paran de gritar y chillar mientras chapotean en el agua. En cambio, a Tula, su perrita, le encanta la playa, se pasa el rato jugueteando con las olas, revolcándose por la arena y rascándose la espalda contra las rocas.
Mamá cree que Sara también debería bañarse. Pero entonces ocurre algo horrible: ¡una medusa pica a la pobre Sara! Suerte que Tula sabe cómo conseguir que la niña vuelva a meterse en el agua...