España sufre hoy una intensa ofensiva disgregadora a cargo de los nacionalismos vasco y catalán, a la que se le suma el terrorismo islámico que, de un golpe, ha logrado cambiar drásticamente la política interna y externa del país. Nos encontramos ante un desafío histórico entre las fuerzas balcanizantes y las unificadoras, entre las que ansían el regreso a la atomización medieval y las que postulan una fraternidad, creada a lo largo de muchos siglos, defendiendo la libertad en nombre de España, y a España en nombre de la libertad.