El 26 de diciembre de 1940, el Atlantic atraca en Port Louis con unos mil qunientos judíos a bordo, expulsados de Palestina y deportados a la isla de Mauricio, por entonces colonia británica. En aquella época, Raj, apenas un niño, no sabe nada del mundo ni de las tragedias que en él se desarrollaban. Pero en el atardecer de su vida, se siente atrapado por el recuerdo de unos sucesos que lo marcaron como el hierro candente: su encuentro con David, el niño judío; los campos de caña de azúcar, la violencia de su padre, la ternura maternal, el sol abrasador. Y la vergüenza de ser un hombre.