Marta vive en Betulia, un minúsculo país donde nunca sucede nada. Le interesan las cosas de su edad (el grupo de música Euphoria, salir con sus amigos...) y la política le parece un aburrimiento mortal; hasta que, en un pique contra su archirrival del cole, se presenta a delegada.
Un malentendido provocará que los habitantes de Betulia, hartos de los políticos de siempre, voten a Marta. Pero no para ser delegada…, ¡para presidenta del país!