" Escribí " El puente " en rebeldía contra los temas y las formas de las piezas teatrales de aquella época, cuya escasísima producción, por otra parte, llegaba con timidez a los teatros independientes " . Un joven y rebelde Carlos Gorostiza estrena esta obra en 1949 recurriendo a una fórmula sencilla: como marco temático, un ácido retrato de la situación social de aquel tiempo, con la difícil convivencia de clases y la actitud incierta de la burguesía ante el cambio; como forma de expresión, un lenguaje popular, el habla rioplatense, hasta entonces despreciada por los más exquisitos.