En una localidad del sur de los Estados Unidos ha fallecido un millonario. En su testamento, Seth Hubbard deshereda a sus dos hijos y designa heredera a su sirvienta negra. Recomienda a su abogado el cumplimiento estricto de sus últimas voluntades.
Se platean dos cuestiones, que terminarán en los tribunales: ¿Es válido este testamento? ¿Qué llevó al difunto a testar en esos términos?