El regreso de las tropas del frente (Noviembre de 1918, 2-II)

El regreso de las tropas del frente forma una estrecha unidad con la entrega anterior de este ciclo, El pueblo traicionado, y en ellos muestra Döblin un Berlín donde algunos habitantes viven en condiciones miserables, mientras otros saben sacar provecho de las oportunidades que la guerra ofrece a los comerciantes sin escrúpulos, a los pequeños y grandes estafadores, y también a los oportunistas políticos, y del choque supone para quienes regresan del frente de guerra el intento de integración en una sociedad tan cambiada respecto a la que en su momento dejaron atrás.. Se trata de pequeñas historias personales que van conformando un espléndido mosaico en el que, en perspectiva, podemos ver también la negociación y las consecuencias inmediatas del Tratado de Versalles, que no tardará en cambiar por completo la situación en toda Europa.
Amplísimo fresco del ambiente social y político de un episodio decisivo en la historia de Alemania, la revolución de 1918, que precipitó el cambio desde la monarquía del Reich alemán a la República de Weimar, el ciclo completo se estructura del siguiente modo: Primera parte (Burgueses y soldados), Segunda parte (volumen I: El pueblo traicionado; volumen II: El regreso de las tropas del frente) y tercera parte (Karl y Rosa).

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2013 Edhasa
640
978-84-350-1047
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Imagen de José Ignacio Peláez Albendea

“El regreso de las tropas del frente”, forma parte de la trilogía del escritor alemán Alfred Döblin, “Noviembre 1918”. La primera parte es “Burgueses y soldados”. En la segunda parte, que consta de dos volúmenes, “El pueblo traicionado” y este tercer “El regreso de las tropas del frente”, sigue describiendo con pluma magistral los hechos históricos y su evolución desde dentro, desde los personajes, sus caracteres, sus ambiciones y sus derrotas, tanto los grandes protagonistas de la historia, como los no menos importantes, pequeños protagonistas. En la tercera parte, “Karl y Rosa”, relata la revolución espartaquista, de carácter comunista bolchevique, y su fracaso.

“El regreso de las tropas del frente”, o sea, el tercer texto, comienza en torno al 8 de diciembre de 1918, con el viaje del Presidente de los Estados Unidos de América a Europa a bordo del George Washington, con el fin de negociar las condiciones del tratado de paz, precedido de sus famosos 14 puntos para la paz, entre los que se encontraba la creación de la Sociedad de Naciones, precursor ineficaz de la ONU, para evitar los conflictos internacionales y solucionarlos; y concluye este primer capítulo: “pero Wilson no sabía lo que le esperaba en Europa”.

El volumen termina con la firma del armisticio y la detallada descripción de las negociaciones, que la precedieron: Clemenceau, Lloyd George, Orlandi y otros personajes desfilan por sus páginas con sus grandezas y miserias, pero sobre todo destaca el Presidente Wilson, profesor y estudioso universitario, con sus intentos fallidos por establecer una paz duradera y justa en Europa.

También aborda cómo vivieron esos momentos de la historia de Europa los intelectuales, centrándose en algunos, como el dramaturgo Stauffer y los descubrimientos que la guerra le presenta. Y, sobre todo, el drama de tantas familias que perdieron a sus hijos en la guerra. El teniente Becker simboliza la catarsis de toda una generación que entró en crisis con la guerra y cómo a través del dolor y la ayuda de otras personas, pasa por un largo proceso en el que no faltan densos y conmovedores diálogos con la enfermera Hilde, con su madre, con su amigo Maus, con un capellán castrense… y, sobre todo, sus dudas y tentaciones, y cómo sale fortalecido y consolado después de una experiencia en la que reza y se encuentra espiritualmente con Jesucristo, el Salvador.

El libro adquiere también mucho interés por los acontecimientos históricos que narra: Döblin se ha documentado e inserta discursos auténticos de los protagonistas de la Historia, datos del número de víctimas militares –seis millones de muertos y varios millones más de heridos- y civiles; describe también los escenarios de uno de los momentos más dramáticos de la historia de Europa y del mundo.

Döblin demuestra un profundo conocimiento del alma humana por su doble condición de psiquiatra y converso al catolicismo, al que se une su experiencia en primera persona de las historias que narra en su novela. Alcanza altísimas cotas de belleza y dramatismo, porque trata con gran acierto y sin tapujos los conflictos que debió padecer él y tantos compatriotas suyos, y da una salida, un sentido a tanto dolor y devastación: Jesucristo, el Salvador, como señala Döblin en una de las páginas más conmovedoras de la novela.