La rama seca del cerezo

Novela juvenil realista sobre la aceptación personal y el poder de la amistad. Ambientada en Hiroshima (Japón), la trama se divide en dos partes que suceden en tiempos diferentes: la primera, más breve, se centra en el año 1945 cuando la ciudad es arrasada por la bomba atómica; la segunda se desarrolla en la época actual para cerrar heridas que quedaron abiertas durante la guerra. En la primera parte, la amistad de Ichiro y Masuji se rompe el mismo día del bombardeo. Se trata de un relato breve en el que cobra protagonismo la descripción impresionante del resplandor blanco de la bomba atómica y de la desolación posterior a la detonación: “Casi enseguida, su cuerpo salió despedido…, impulsado brutalmente  por la terrible onda expansiva que siguió al fogonazo. Y ya no hubo nada. Tan solo oscuridad y silencio después de aquel resplandor blanco y brillante que había derribado los cimientos del mundo” (p. 30).

Muchos años después, ya en la época actual, la segunda parte está protagonizada por Sakura Ochida, una joven de diecisiete años, que nació con una malformación en la mano derecha. A consecuencia de esto, su vida ha quedado marcada por la soledad: su padre trabaja mucho y siempre llega tarde a casa quizá para no verla, ni estar con ella; su madre se muestra distante, consciente de que la mutación aleja a su hija de la “normalidad” desde que nació;  los compañeros de clase la acosan y se burlan de ella. Sakura, que ha aprendido a vivir con la mano izquierda y es una gran dibujante de “manga”, no sabe cómo poner fin a su angustiosa existencia. Pero, entonces, conoce al pequeño Tetsuo (de siete años), que atraviesa por una grave situación familiar, y al señor Utada, un anciano que sobrevivió al bombardeo de la Segunda Guerra Mundial y todavía no ha conseguido superar el trauma de su juventud. Gracias al diálogo, a la comprensión, a la amistad y a la confianza entre ellos, cada uno encontrará su camino para aceptarse y superar sus miedos, su vergüenza y su culpa.

El autor de la novela es el escritor e ilustrador español Rafael Salmerón López (Madrid, 1972), que con ella ha conseguido el Premio Anaya Juvenil 2021 y, posteriormente, el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil 2022. Según afirma el jurado, su obra La rama seca del cerezo ha sido elegida como ganadora “por su estructura sólida, por su rico lenguaje y por su cuidado estilo con el que consigue envolver al lector hasta el final”.  En conjunto, con un estilo brillante y unas magníficas descripciones, se trata de una novela muy recomendable por su trasfondo histórico y humano, por las relaciones familiares y sociales que plantea, y por los problemas tratados y la forma  de resolverlos: historias emocionantes, duras, de guerra y de amistad, pero sobre todo de esperanza.