El paraíso estuvo aquí

Novela juvenil sobre el paso de la infancia a la adolescencia. Ambientada en la época actual, la trama se desarrolla durante un mes de agosto en Los Nietos, un pequeño pueblo junto al Mar Menor que sugiere el título de la obra: “el paraíso estuvo aquí”. El relato está narrado en primera persona por la protagonista Sara, que va a cumplir trece años y sabe que está viviendo el “último coletazo de su infancia” durante ese verano: “A mis doce años no deseaba crecer y la distancia con las chicas de mi edad se hacía insalvable, preocupadas por los chicos, la ropa y el maquillaje”. Además sus padres están pasando un mal momento; por todo ello, su abuela materna Caridad decide llevarse a Sara y a su hermano Rafi (de seis años) a pasar las vacaciones a la playa, el mismo lugar en el que ella había sido muy feliz en su infancia.

De esta forma, la abuela junto a sus dos nietos llega a la casa contigua a la de sus veranos de la niñez para reconciliarse con el pasado e intentar recuperar las ilusiones perdidas: unos días felices envueltos en un aura de misterio y de irrealidad. Así, su nieta Sara, entre el sueño y la vigilia, entablará amistad con una extraña niña llamada Tina, la Raspa, que le dará a conocer el paraíso del Mar Menor en sus momentos de esplendor; porque, a veces, los niños no distinguen entre la realidad y la imaginación, entre los sueños y la verdad  (p. 177).

La autora del relato es la célebre escritora Rosa Huertas, con una amplia y prestigiosa  trayectoria en la literatura infantil y juvenil española. Como en obras anteriores, la autora disfruta “escribiendo historias que hablan del pasado y del presente, que mezclan la realidad y la ficción” y, además, utiliza la escritura como medio de reflexión para lograr un pensamiento crítico que nos ayude a transformar la realidad. Así en esta novela, no solo trata temas muy interesantes para los jóvenes como los problemas de la adolescencia y el dolor por la pérdida de familiares y amigos; sino también hace una reivindicación de una zona maltratada y deteriorada por la mano del hombre: el Mar Menor. La contaminación ha ennegrecido sus aguas y ha destruido el hábitat natural de múltiples plantas y animales marinos autóctonos: “Nos hemos cargado el paraíso. Llevan años y años echando residuos al Mar Menor: los desagües de las casas masificadas, el combustible de los barcos y las motos acuáticas, los vertidos de las minas cercanas y los nitratos que llegan de los cultivos del campo” (p. 20). Por eso, en esta obra la autora quiere hacer una denuncia de la situación para dar voz al mar, luchar para que se cumplan las normas y obligar a los gobernantes a asumir sus responsabilidades en el cuidado y la recuperación del medio ambiente.