Las llaves del Reino

Vida de Francis Chrisholm, joven escocés que sigue el camino del sacerdocio. Relato de su labor misionera en China a principios del siglo XX, un período de hambre, peste y guerra civil, donde el sacerdote pasará duros trabajos. Aunque desconcertante a veces, el protagonista de esta novela posee un alma recta, profunda humildad y una mezcla de energía y dulzura. 

A. J.Cronin, con la admirable maestría que le ha granjeado innumerables lectores en todo el mundo, relata aventuras y luchas, esboza almas y ambientes, y crea en la figura central uno de los personajes más interesantes de la novelística contemporánea. Una novela extraordinaria, mezcla de realismo, romance y crítica social.

 

 

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
1955 Juventud
320

11ª Edición

2018 Ediciones Palabra, S.A.
445
9788490617359
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Imagen de Azafrán

Novela biográfica centrada en la vida del sacerdote Franciasco Chisholm, escocés como el propio Cronin, nacido en una pequeña población minera, Tynecastle. Huérfano en su infancia, fue criado por una tía metodista quien le hacía trabajar en la mina y apenas le alimentaba. El médico del pueblo, agnóstico y liberal, denunció la situación del niño y le permitió salir de aquella casa y vivir bajo la protección de la tía Polly, católica que dedicó todo su patrimonio a darle los estudios de sacerdote.

Con Francisco estudiaron otros dos compañeros que terminaron ocupando cargos importantes en la Iglesia Católica del Reino Unido.

El drama, el nudo, es precisamente el carácter noble sin fisuras y bien intencionado de Francisco, que choca contra las componendas de la sociedad y del clero que le rodea. No es que los demás sean malos. Es que Francisco es bueno, noble. Francisco está centrado en que Dios sea el objetivo primero en todas sus acciones e intenciones.

“Señor, no tengas en cuenta mis acciones. Mira mis intenciones”, es su oración frecuente porque se sabe torpe y reconoce humildemente que el resultado de sus gestiones como párroco no son espectaculares en absoluto. Son unos resultados pobres. Los compañeros y sus superiores se lo confirman. Parece que todo lo hace mal.

No obstante, su obispo, aprecia al joven y sabe que se esfuerza por cumplir la voluntad de Dios en primer lugar, sin buscar gloria humana ni beneficio alguno. Su espíritu de sacrificio y su entrega a los que le rodean muchas veces pasa totalmente desapercibido. Por eso el obispo le envía a China con el encargo de sacar la misión que su diócesis tiene allí encomendada.

El relato de Cronin es tan completo que el lector se hace cargo de las distancias y de las dificultades del transporte, de la situación nefasta de la parroquia adjudicada a Francisco y del ambiente hostil de los habitantes. Francisco tiene que empezar de la nada y sin nada.

La autenticidad de su conducta y el espíritu de renuncia a toda comodidad conmueven a los chinos que le van conociendo. Así se fraguan los cimientos espirituales y físicos de la parroquia.

A las dificultades propias de la misión de extender la fe católica en la sociedad y cultura china, se une la situación política y de inseguridad del país que contempla impotente las acciones de saqueo constante a la población, de los señores de la guerra.

La suciedad y la miseria de las clases populares son causa de propagación de epidemias. Cuando la peste se hace presente en el lugar de su parroquia, Francisco se queda y ayuda a los enfermos mientras todas las autoridades chinas abandonan el lugar a su suerte.

Su lealtad con un matrimonio metodista que llega al lugar forja una amistad duradera entre las dos confesiones cristianas en la zona.

Durante cincuenta años, Francisco gastó su vida trabajando en aquella parroquia perdida entre las colinas de China. Cuando sus energías parecían agotadas, el obispo recientemente nombrado, dispuso su regreso a Escocia. Y Francisco tuvo que adaptarse de nuevo a la nueva situación.

En fin, una novela que mantiene el interés del lector y que, sin duda, hará reflexionar sobre el sentido y el alcance de lo que hacemos por los demás cada día.

Imagen de mciteli

Creo que la literatura influencia mucho nuestras atitudes. En este libro de Cronin yo aprendi mucho en como relacionar me bien con las personas que piensan diferente de mí. Es muy rico lo relacionamento del personagem principal (Chishom) con su amigo ateo e com su otro amigo protestante.

Imagen de enc

Todas las obras de A.J.Cronin tienen un fuerte componente autobiográfico. En "Las llaves del reino" el autor da testimonio de su fe católica.

El protagonista es Francisco Chisholm, que sigue el camino del sacerdocio y es destinado como misionero a la lejana China. La acción se sitúa a inicios del siglo XX, cuando China aún estaba abierta a los misioneros extranjeros. Todos los sufrimientos del joven sacerdote, huérfano desde la infancia de un matrimonio de pescadores escoceses, dan fruto en una espléndida tarea misional no exenta de dificultades.

Las relaciones interreligiosas tienen un lugar en la obra. Los católicos son una minoría en Escocia, generalmente de extracción social baja. Francisco renuncia a administrar bautismos fáciles, precisamente por el respeto que siente hacia la conciencia de aquellos a los que quiere convertir. No sirve hacer estadísticas, hay que hacer cristianos.

En esta obra se recoge aquella frase, de honda raíz humana y cristiana, que dirige al sacerdote un médico escocés no católico: "Moriré negando lo que tú dices - tu fe católica - y daré mi vida para que puedas decirlo".