Jody recibe un regalo: un pony al que debe cuidar y que despierta la admiración de sus amigos. Hasta entonces ha vivido la existencia de un niño: la escuela, el vagabundeo por las praderas… Ahora tendrá que adquirir responsabilidades y, con ellas, aprender una dura lección. Lectura para todos por los valores que contiene.
Un cuento corto en el que el novelista norteamericano (1902-1968), premio Nobel de Literatura en 1962, traza un vigoroso retrato de la psicología de un niño de diez años que vive en un rancho de su propia tierra natal, California. El regalo de un pony rojo marca el comienzo de nuevos intereses e inquietudes que, al tener que asumir verdaderas responsabilidades, le van abriendo a la realidad.
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El libro consta de cuatro historias tremendas, a modo de cuentos, pero con los mismos protagonistas: el niño Jody, el bracero Billy Buck y los padres del chico. Las cuatro historias conforman una bella historia iniciática llena de lirismo, como explica breve y brillantemente en el prólogo José Luis Piquero. La novela, pues así debe considerarse, muestra una añoranza y nostalgia profunda (Steinbeck se sirvió de sus recuerdos de infancia para componer estos relatos) y la extremada violencia de la naturaleza en algunos pasajes, las nobles acciones de los hombres con los que conversa Jody (especialmente Gitano y su abuelo), la humanidad de Billy Buck, personaje inolvidable, etc.
El mito (el oeste), el misterio, el afán por lo desconocido, por lo nuevo, por lo que se sale de lo rutinario, la simbología del viaje, en el que lo que importa, como diría Stevenson, no es la meta, sino el camino, el dolor.. Estos son los temas de las historias. Muy parecido a McCarthy en el fondo y en la forma, esta literatura sureña es la que más me interesa desde hce algún tiempo.
A pesar de una traducción defectuosa y de algunas erratas, la lectura de estos breves relatos resulta magistral y muy atrayente para el lector. Quizá es la novedad de encontrarse inmerso en un ambiente totalmente rural, sin duda desconocido para una mayoría de los lectores. Las virtudes humanas, la vida tranquila, las personalidades sencillas de los protagonistas, resultan atrayentes y verídicas. Historias de una granja, en otros tiempos aún más primitivos, aunque estemos hablando del siglo pasado. Ameno y positivo, para todos los públicos.