Historia de Charles Laughton

Nacido en Scarborough (Inglaterra), Laughton fue durante su infancia torpe, gordo y sensible. Compensó sus limitaciones dedicándose a la declamación. Quería ser actor e ingresó en la Real Academia de Arte Dramático de Londres. En lo sucesivo su vida será una lucha entre sus aspiraciones dramáticas y los deseos de la industria del cine que ve en él a un actor secundario, ideal para representar mendigos, delincuentes o cualquier otro carácter extremo.

La fama le llegó con películas como "La vida privada de Enrique VIII" (1933) por la que recibió el Oscar al mejor actor, "El motín del Bounty" (1935) en la que representa al cruel capitán Blight, o "Rembrandt" (1936) sobre la decadencia del pintor. Se encontraba en Hollywood durante la Segunda Guerra Mundial, cuando, en sus visitas a los hospitales, descubrió el interés de los soldados convalecientes por la lectura en voz alta de los clásicos, la Biblia e incluso por el rezo detenido del Padrenuestro.

Terminada la contienda el actor realizó varias giras por los Estados Unidos –pronto obtendría esa nacionalidad- con sus lecturas en público. También adaptó textos dramáticos para ser leídos, no representados, desde el escenario. Destaca "Don Juan in Hell", de Bernard Shaw, en el que Don Juan se encuentra en los infiernos filosofando con el Diablo, Doña Ana y el Comendador. En 1957 fue nominado para el Oscar por su interpretación en "Testigo de cargo". Falleció en Los Ángeles en 1962, a los 63 años de edad.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
1955 AHR
353
ASIN: B00GXMD95
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Se han cumplido cincuenta años de la muerte de Charles Laughton. En 1955 Kurt Singer publicó esta biografía en diálogo con el actor. Con independencia del valor que pueda tener dentro del género biográfico, el libro descubre al lector el arte de la lectura en público. Fue parte de la singularidad de Laughton, la lectura dramatizada de fragmentos literarios, profundizando en ellos con sus palabras y ofreciéndolos a los oyentes. Laughton afirma que "la lectura en voz alta es una actividad benéfica, tranquila y placentera. A través de ella podemos establecer contacto con otras ideas y elevar nuestra imaginación". Recomienda que cuando se interrumpa la lectura se establezca un diálogo entre los presentes que haga de ella una en experiencia común. Naturalmente es importante la selección de los textos. Como buen inglés Laughton acude frecuentemente a Shakespeare o Dickens, especialistas en la exposición de los sentimientos humanos.