Netflix ha sabido adaptarse a los constantes cambios de consumo audiovisual doméstico, posicionándosse como la plataforma digital de referencia. Pero ¿queda espacio para el resto de plataformas en streaming?
Desde la primera proyección cinematográfica hace 125 años, el modo de ver películas no ha dejado de evolucionar. Las salas de cine se resisten a desaparecer, incluso en el contexto desafiante de los últimos confinamientos, pero el visionado de películas y series en casa ha ido creciendo, con las emisiones televisivas, el DVD y el Blu-ray.
El último paso del consumo audiovisual doméstico ha sido a través de internet en las plataformas digitales. Aquí se ha posicionado muy bien Netflix, que con poco más de veinte años de existencia ha sabido adaptarse al entorno cambiante, pasando de videoclub a productora, distribuidora y exhibidora, y ofreciendo su producto en los cinco continentes mediante un solo clic.
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Indudablemente hay sucesos,
Indudablemente hay sucesos, modos de hacer, inventos, que cambian nuestra vida. Un salto importante es la facilidad para encontrar muchas películas nuevas, recién estrenadas, y poder verlas en casa. Sin duda influye el hecho de que en pocos años ha mejorado muchísimo la calidad de recepción, pues quien más quien menos tiene una pantalla gigante en su casa. Si además tenemos plataformas como Netflix que nos tientan constantemente con novedades interesantes, pues resulta que muchas personas viven ahora de modo distinto y, en lugar de salir, se quedan en casa. El autor de este libro hace un estudio interesante de como se van desarrollando estas plataformas y a dónde podemos llegar.