Esta obra aporta a los interesados en la historia de la espiritualidad y la práctica religiosa de los tiempos modernos una visión general del tema. A través de sus páginas se traslada al lector a los años en los que vivir la religión –término más apropiado que el de religiosidad– era prácticamente vivir sin más, en todos los grupos y órdenes, e independientemente de las omisiones, disidencias y transgresiones, que quedan también recogidas.
Tras una introducción en la que se debate el concepto mismo de religiosidad que abre el telón de la modernidad de Oriente y Occidente, el libro parte de la herencia bajomedieval y conecta con la aparición de las Reformas (protestante y católica) y la situación de las Iglesias del Este, en los escenarios del Imperio turco o en los exteriores que conformaron su propia nacionalidad; y finaliza en los límites del Antiguo Régimen, cuando las ideas y el contexto sociopolítico generaron otras formas de entender y practicar la religión.
A través de la historia comparada, la obra presenta los aspectos comunes y las diferencias entre las distintas confesiones, así como las formas de los fieles de acercarse a ellas. No se ignoran las discriminaciones por estados y también por géneros, porque los buenos cristianos no necesariamente habían de seguir las mismas conductas, lo que refleja la pervivencia de una sociedad que se entendía y se defendía como desigual.
Un estudio muy elemental y desfigurado de la religiosidad popular en la eclosión de la mística castellana.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
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2020 | Editorial Sintesis |
401 |
9788413570358 |
Comentarios
Un pobre estudio acerca de la
Un pobre estudio acerca de la religiosidad popular en el siglo XVI. Leer artículo >>