La nueva aventura del comisario más popular de la Bretaña (la número 12) transcurre entre bodegas y viñedos.
El comisario Dupin y Claire están de viaje de luna de miel. Se han propuesto firmemente dejar a un lado sus respectivos trabajos y disfrutar de una ruta gastronómica y de cata de vinos en la región del Loira. Pero mientras se encuentran alojados en el hotel de Cécile, una buena amiga de Claire, les sorprende la muerte por un disparo de escopeta del exmarido de Cécile. Aunque Dupin no se encuentra en su jurisdicción, tanto Claire como Cécile le instan a que investigue el caso a escondidas del comisario a cargo, quien está convencido de que la muerte del bodeguero fue fortuita, consecuencia del tiro accidental de un cazador furtivo. Una nueva muerte y un incendio provocado en una bodega de la competencia le convencen de que se trata de un asesino dispuesto a todo.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
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2024 | Ediciones Grijalbo |
320 |
978-8425366130 |
Traducción de Marta Mabres Vicens |
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Novela policíaca, de crimen e
Novela policíaca, de crimen e investigación, ambientada en la Bretaña francesa. Se trata de la duodécima entrega de la serie protagonizada por el comisario George Dupin, publicada con gran éxito todos los veranos desde hace más de una década. En esta ocasión, la trama se desarrolla en el Pays de Retz, al sur de la desembocadura del Loira, en lugares como Nantes y Pornic en la denominada Costa de Jade. En esta localidad, el comisario Dupin y su esposa Claire, recién casados, van a pasar su luna de miel. Pero poco después de llegar, aparece el cadáver de un hombre, muerto por un disparo de escopeta, que resulta ser el propietario de los viñedos y bodegas del Domaine du Lac, y además el exmarido de Cécile, una buena amiga de Claire. Aunque Dupin no se encuentra en su jurisdicción, se siente obligado a investigar en el caso ayudado por su esposa y por sus colaboradores tradicionales: su secretaria Nolwen y los inspectores Labat y Le Ber.
Como ocurre en las novelas anteriores de la serie, junto a la intrincada investigación de los asesinatos con un amplio abanico de sospechosos, el relato se enriquece con diversas técnicas amplificativas que lo hacen más literario y más humano: por una parte, las maravillosas descripciones de la Bretaña francesa (el mar, los acantilados, las playas, la luz deslumbrante, los colores) y sus productos más emblemáticos, que en esta ocasión son los diferentes tipos de vino, la diversa variedad de uvas y las bodegas que les dan un toque especial a sus producciones. Y, por otra parte, en el aspecto humano, destaca la personalidad arrolladora del comisario Dupin que encontrará una colaboradora inteligente y resuelta en su esposa Claire, fundamental para descubrir la intrincada trama que se oculta tras los crímenes en el entorno más cercano. De tal forma que, en estas historias personales así como en la descripción de los espacios, la novela alcanza una notable calidad literaria en la que el autor muestra su maestría en el dominio del lenguaje.
Como ya es conocido, el autor de la serie es Jean-Luc Bannalec, seudónimo del novelista Jörg Bong, que en 2016 recibió el título de “Mecenas de la Bretaña” por su contribución a la difusión de esta hermosa región francesa. Sus obras se han convertido en un auténtico éxito en Alemania donde lleva vendidos más de cinco millones y medio de ejemplares e, incluso, la serie se ha adaptado a la televisión. Como reconoce la mayoría de sus seguidores y lectores acérrimos, el éxito de la serie estriba, sin duda, en la mágica combinación del sagaz comisario y de un entorno geográfico fascinante, un escenario maravilloso, la Bretaña francesa, donde todavía se celebra la vida en torno a grandes mesas de madera, con productos únicos, un buen vino y una buena conversación. Ana María Díaz Barranco