Alejandro Llano ofrece en este volumen una memorias que abarcan desde su infancia hasta el año 2006. No es propiamente una autobiografía en sentido estricto, ni una autobiografía intelectual. Se trata de recuerdos y anécdotas de un profesor y un filósofo, en el sentido fuerte de estas palabras.
Comentarios
Reúne en las amenas quinientas páginas de este volumen -que se leen con sorprendente facilidad y rapidez- recuerdos de todo tipo. No falta, sin ebargo, un hilo conductor existencial e intelectual muy sugerente. Llano es un humanista por vocación y por convicción. Sus libros de Filosofía avalan la profundidad y originalidad de su pensamiento. Estas memorias muestran a alguien que, siendo de carne y hueso, resulta admirable e imitable.
Me parece de lectura aconsejable para cualquier universitario, pero, muy particularmente, para profesores e investigadores en Humanidades.