Tristana

Novela costumbrista. Situada en el barrio madrileño de Chamberí, Tetuán, cuatro Caminos, el Depósito de Aguas,… del ensanche de la capital en el siglo XIX.
Presenta un triángulo amoroso entre una mujer joven adoptada, un pintor sin demasiados recursos y un viejo que ejerce como tutor de la joven.
Al quedar huérfana es recogida y protegida por don Lope, amigo de la familia, hidalgo anclado  en el honor del pasado, mujeriego y alérgico al matrimonio, pulcro en el vestir, y austero dentro de la casa y con las comidas. Crítico y anticlerical, aunque no por eso irreligioso (45). “Respecto a la Iglesia teniála como una broma pesada, que los pasados siglos vienen dando a los presentes, y que estos aguantan por timidez y cortedad de genio. Y no se crea que era irreligioso: al contrario, su fe superaba a la de muchos que hociqueaban  ante los altares y andan siempre entre curas. A éstos no los podía ver”… Decía: “Los verdaderos sacerdotes somos nosotros los que regulamos el honor y la moral”… Amigo de sus amigos y generoso con ellos. Decía: (47) “Lo que se tiene, se tiene, fíjate bien, en tanto que otro no lo necesita”… Para él, ante el amor, valía cualquier cosa. “Sostenía que en las relaciones de hombre y mujer no hay más ley que la anarquía, si la anarquía es ley” (55) Añadía que los artículos del Decálogo que tratan de toda la “pecata minuta” fueron un pegote añadido por Moisés a la obra de Dios, obedeciendo a razones puramente políticas…
Ella va despertando de la inocencia, con “la maestra” Saturna, que le enseña y abre los ojos… Aprende a disimular y a mentir. Empieza a tener una doble conciencia. Poco a poco intenta evadirse de don Lope, sobre todo a partir de su noviazgo con Horacio, el pintor, pero no sabe bien cómo hacerlo. Sueña con salir de su entorno, adora a su Horacio, pero no quiere compromisos… ni siquiera la posibilidad del matrimonio. Adora su utópica idea de libertad libertinaje, su independencia total, quiere tener un oficio que le permita vivir por su cuenta. Hay una crítica mordaz contra la familia, la autoridad, la exigencia, la sociedad llena de prejuicios, la falta de libertad, el matrimonio como institución...
Pero Horacio, que también había sufrido muchísimo desde la niñez, con su abuelo, hasta que éste se murió y él se pudo independizar, ha de ausentarse una larga temporada, en que ambos se escriben cartas encendidas y frecuentes. Pero en ese tiempo las cosas cambian: mientras él encuentra al fin la inspiración artista y el sentido a su vida, Tristana enferma y, a causa de la enfermedad pierde una pierna. A partir de ese momento, desaparecerán todos sus sueños, su idealismo, sus ansias de libertad y de independencia con lo que tanto vibraba anteriormente. Y a pesar de que se ha cultivado en el estudio, y en aficiones, cae en una estabilidad anodina, autómata, que irremediablemente le llevará a compartir con don Lope.
La obra, muy bien escrita, emplea un lenguaje castizo e irónico, propio de las novelas del autor, junto a la descripción del Madrid de la época.
La trama se centra en los sentimientos cambiantes de la protagonista, movida por el deseo de libertad e independencia que no llega a concretarse.

Aunque el trasfondo de la novela es inmoral, la riqueza del lenguaje, el estilismo y el buen uso de la técnica literaria, consiguen recrear un ambiente realista, sin necesidad de escenas morbosas, una habilidad común en los escritores en los lectores como personas inteligentes y respetables.
Es una novela que exige una cierta formación, para poder captar lo positivo, la ambientación moral –inmoral-, aclarar los puntos negativos o sombríos que tiene. Puede ser interesante para leerla en libroforum y así poder captar mejor los matices.