La jóven Cristina Guzmán es viuda y con un hijo. Culta, de origen aristocrático, al enviudar se encuentra sin recursos en Madrid y sale adelante impartiendo clases de idiomas en un entorno modesto.
Un rico norteamericano residente en la capital de Francia, Mr Prince de Vilmore, rey del acero, la descubre y contrata para hacerse pasar por su nuera, Fifí de Monterreale, que ha abandonado al hijo del norteamericano dejándole sumido en la depresión y casi en la locura.