MU

La obra, que fue escrita en 1905 por Unamuno (1864-1936), está comentada por Ricardo Gullón y respeta los distintos prólogos que el autor hizo para las sucesivas ediciones.

Primera novela escrita por Unamuno (Bilbao, 1864-Salamanca, 1936), publicada en 1897. En ella se refleja la vida en la capital vizcaína en la década de los setenta del siglo XIX, centrándose sobre todo en el segundo sitio de la villa (el primero fue en 1836) por las fuerzas carlistas, en el invierno de 1873-74.

Por medio de tres relatos concéntricos, Unamuno (1864-1936) vuelca en esta novela corta su atormentado mundo interior, en una época en la que, desterrado voluntario en Francia, experimenta una profunda crisis.Esta edición recoge la versión íntegra de 1927, formada por un Prólogo, el "Retrato de Unamuno por Jean Cassou", un Comentario, el cuerpo central de la obra, una Continuación y unos añadidos en forma de diario. La amplia introducción de Teresa Gómez Trueba completa el volumen.

Recopilación de los relatos novelescos -con algún cuento y narracióndel autor, entresacados de los periódicos en que fueron publicados entre 1911 y 1923. Es ya clásica la calidad literaria de Unamuno, y clásico también -en cuanto a su esencia filosófico-religiosasu sentido amargo y trágico de la vida, a veces burlonamente liberal, otras desenfadadamente anticlerical, etc. Son muy leves aquí estos inconvenientes, pues el libro abunda en relatos humanos, formativos y llenos de sólido encanto y ternura.

En 1908 Unamuno publicó este libro que recoge sus recuerdos de la niñez y adolescencia hasta los dieciséis años. Se trata de una detallada descripción de los acontecimientos y enseñanzas que más le influyeron y que fueron conformando la personalidad espiritual e intelectual del escritor y filósofo que llegaría a ser. Evoca su nacimiento, su profundo amor a Bilbao, la estancia en el colegio e instituto con sus andanzas y travesuras así como su temprano amor a la lectura y su clara atracción hacia el arte y la naturaleza.

El protagonista de esta novela intenta hacer de su hijo un genio, aplicando en su educación todos los recursos de la pedagogía.

Esta obra de Miguel de Unamuno es uno de los ejemplos clásicos más eminentes de la novela moderna. La ficción deja aquí de ser un puro vehículo narrativo, transmisor de historias, para convertirse en un universo textual de fecundas sugerencias. El título, Niebla, expresa con claridad el propósito novelesco de desdibujar lo visible y materializar, en cambio, lo impalpable. En este ambiente vemos moverse a un hombre esencialmente frustrado, Augusto Pérez, sobre cuya muerte nos vemos obligados a pronunciarnos.

Este conjunto de artículos, escritos durante el exilio canario de Miguel de Unamuno, introduce al lector, con un tono periodístico de elevado carácter crítico, en distintos problemas contemporáneos, a la vez queádescribe exquisitamente algunos parajes de las Afortunadas.

«En esos momentos de obstinada lucha interior, cuando bajo las pavesas de lo racional me levantaba el corazón la sustancia de las cosas que se esperan en esos momentos de solemne crisis, para afirmar mi personalidad sobre la personalidad de la civilización cristiana en que vivimos, y de que vivimos, resucité mi niñez sumergiéndome en la niñez del espíritu de nuestra cultura […].