Siberia

A finales de los años setenta, un piloto ruso que sobrevolaba un tramo montañoso y remoto de la taiga siberiana, descubrió, en medio de una escarpada zona boscosa, un pequeño huerto con una cabaña. En aquella olvidada parte del mundo, la existencia de núcleos humanos era estadísticamente imposible.

En el año 1939, Rawicz, un joven oficial de caballería polaco, fue arrestado por los rusos y enviado, después de brutales interrogatorios, al inhóspito campo de concentración 303, en el corazón de Siberia. Consciente de que permanecer allí hubiera significado una muerte segura, organizó su escapada junto a otros seis compañeros.

El enternecedor y laureado relato autobiográfico de Esther Hautzig se ha convertido en un auténtico clásico leído por sucesivas generaciones en Estados Unidos y Europa, narra la historia de Esther y su familia, quienes a principios de la Segunda Guerra Mundial fueron deportados a Siberia, donde hubieron de permanecer cinco años. Siberia es el final del mundo, el sitio elegido por los soviéticos para castigar a los delincuentes comunes y a los disidentes políticos.

De brillante escritura, Memoria de la casa de los muertos se revela como exponente de la clarividencia de Dostoyevski y punto álgido de toda su obra, por encima incluso de algunos títulos tenidos como insuperables.

Es una de las más trágicas y grandiosas epopeyas del siglo XX. Con este volumen –el primero de los seis que forman el ciclo general- comienza ahora a publicarse por primera vez de forma completa en castellano y de acuerdo con la estructura que el autor dio a su obra.

La autora relata la apasionante historia de su abuela, nacida en 1902 en la capital de Siberia. Las sucesivas guerras que la llevaron a huir a otros países, su matrimonio y las dificultades de todo tipo por las que atravesó, constituyen una lección de humanidad.

Con la sublevación tártara ha quedado incomunicada la ciudad de Irkutsk, donde reside el Gran Duque, uno de los gobernadores generales de Siberia y hermano del Zar. El levantamiento está instigado por el traidor Iván Ogareff, quien además tiene por objetivo atentar contra la vida del Gran Duque. Por esto es preciso que un correo le informe. Para la arriesgada misión, el jefe de policía presenta al siberiano Miguel Strogoff, quien disfrazado parte inmediatamente.