Las dos intensas jornadas desarrolladas por Benedicto XVI en
Santiago de Compostela y Barcelona, dejan una huella profunda en la sociedad
española. Muchos son los problemas que padecemos, desde el paro agobiante hasta
la disminución de matrimonios celebrados. Pero la palabra serena, amable y
espiritual de Benedicto XVI dice que hay esperanza porque Dios no se ha