Rafael García Serrano era
periodista, magnífico escritor y falangista. Como muchos con esa militancia o cualquiera
de las contrarias, con este espíritu cainita que nos caracteriza, García
Serrano ha sido desplazado del mundo de las letras como uno de los malditos para
esta generación, al igual que otros hubieron de serlo para la generación de
posguerra.