En el hacerse de la ciencia económica del siglo XVI y en método de la manualística de los tratados de mercaderes y de cambios, se busca la salvación eterna de los que se dedican a estos negocios mediante un ejercicio lícito y moral de la economía. El profesor Bartolomé Clavero (1945), catedrático de filosofía del derecho de la Universidad de Sevilla ha logrado localizar el origen del cambio que dio origen al desarrollo de la economía del siglo XVI, mediante la distinción entre bajo interés y usura. Evidentemente, ese cambio y ese descubrimiento no se hizo de un día para otro y conllevó dudas y vacilaciones entre los autores de la ética económica de la Escuela de Salamanca. Efectivamente, algunos autores, como Hugo de Celso, ven el “interés como menoscabo” mientras “usura como logro o renuevo”. Pero, la mayoría más bien van a mantener la posición que terminó por triunfar: el termino de usura como ilícita ganancia y el de interés como lícita compensación (61).