A veces, en la caracterización de la personalidad de las grandes figuras de la historia, como fueron los santos y los sabios; o también los santos sabios, o los santos sólo o, finamente, los genios sin más; existen elementos y facetas que pueden parecer desconcertantes para el que se acerca con prisa, porque, en realidad, muchas veces, lo que significan es una gran riqueza interior.