En 1932, san Josemaría Escrivá de Balaguer (1902-1975), sacerdote y fundador del Opus Dei, canonizado por san Juan Pablo II el 6 de octubre de 2002, escribía una carta a su confesor, en la que le abría el alma y exponía, por tanto, con sencillez, los amplios horizontes a los que Dios le estaba invitando en si interior: “Dios quiere que sea santo, Padre, Maestro y guía de santos”.