En estos últimos años, en diversos lugares, el Santo
Padre ha insistido en la necesidad de un nuevo diálogo entre fe y razón. Así ha
recordado que los Padres de la
Iglesia dirigieron su diálogo no a las religiones de su
tiempo sino a la filosofía griega. Supieron entrar en contacto con ella, no
sólo para profundizar en la fe sino también para fecundar esa filosofía.