Los bienes invisibles son la vida, la cultura, la amistad, el humor, la honestidad...
«Los bienes invisibles son luminosos, netos, inmateriales y algo misteriosos, capaces de abrir horizontes y dar belleza a la existencia. Y son liberales, porque tienen mucho de don gratuito y, al mismo tiempo, expanden, aclaran y adornan la libertad, y la elevan sobre el comportamiento instintivo o gregario. Forman la verdadera cultura humana, que nada tiene que ver con los fuegos artificiales del esnobismo.
He escrito este libro de la manera más sencilla posible. No sólo para que resulte más fácil de leer. Sino también porque lo que todo el mundo entiende está sometido al juicio de todos. Es un riesgo y, al mismo tiempo, una garantía. Las grandes abstracciones son más cómodas a la hora de escribir y dan una apariencia más brillante, pero cubren la realidad con sus fulgores» ( del Prólogo del autor).
Comentarios
Dentro del concepto amplio de humanismo, el autor encierra en este libro aspectos tan diversos de la vida de las personas como la cultura, la vida intelectual, cómo leer, la belleza, la honradez, la amistad, el sentido del humor, etc. Siendo un libro breve, ya se entiende que no se pueden tratar con profundidad todos esos temas, y sin embargo el comentario de cada uno de ellos es de gran utilidad para el lector, que se encuentra con un elemento de consideración, una ocasión de meditar sobre su propia vida. Asequible a un público amplio, creo que cualquiera que se asome sin prejuicios al contenido de esta obra, quedará agradecido, porque algo que se necesita cada vez más en el mundo nuestro es que alguien nos haga pensar. Sinceramente me parece muy recomendable para un público muy amplio.
Libro muy sugerente dirigido especialmente para estudiantes universitarios que manifiesten un interés positivo por el mundo de la cultura y hacerse con una formación sólida y profunda en el ámbito de la “humanitas”.
El autor combina armónicamente una base de teoría necesaria para abrir horizontes, con recomendaciones concretas que trazan un camino para alcanzar una formación sólida en el ámbito de las letras.
Se trata, pues, de una obra muy recomendable para jóvenes con inquietudes por dar respuesta a los grandes ideales de la cultura y el saber.
El último libro del profesor Lorda me ha parecido muy sugerente por su claridad, fruto de cinco años de experiencia pedagógica con universitarios no especialistas en temas filosóficos, a los que abre horizontes, perspectivas vitales e intelectuales. Las constantes referencias a los clásicos nos enriquecen y familiarizan con ellos y la armónica mezcla de teoría con algunos ejemplos hace que el libro sea también práctico y actual. Muy recomendable para profesores de bachillerato, para universitarios y, en general, para todo el que tenga un poco de interés por "los bienes invisibles", subtítulo del libro.