Mi vida en la mafia

Este libro me gustó mucho y lo he releido varias veces a lo largo de los años. Tiene el atractivo de la ingenuidad de su autor, Vincent Teresa, "el Gordo", que explica cómo perteneció a la Mafia norteamericana igual que otro puede explicar como nació en Madrid o en Sevilla. La ingenuidad es solo aparente, ya que Teresa es un delincuente y como es lógico muy dañino. Al final del relato, cuando es un testigo protegido del FBI y malvive oculto con su familia, deja entrever el sufrimiento de ésta: su hija padece ansiedad (¡cómo no!) que vuelca en la comida. Su familia y principalmente su esposa no le abandonaron en esta época a pesar de su nula dedicación a ellos en su fase de mafioso próspero y de sus infidelidades matrimoniales. Su enemistad con la Mafia proviene precisamente de que ésta, en vez de proteger a la familia de Teresa cuando él fue a la carcel, trataron de extorsionarlos, lo que decidió al mafioso a colaborar con el FBI. Como señala el editor, Vincent Teresa no reconoce haber cometido ningún asesinato, ya que esto le excluiría del programa de testigos protegidos del FBI, pero necesariamente tuvo que cometerlos ya que para iniciarse en la "cosa nostra" hay que cometer al menos un crimen de sangre. Al inicio del libro Teresa relata su ambiente familiar, lo que da a la obra un ambiente muy del estilo de Mario Puzzo, cuando este autor aún no había publicado sus célebres novelas. Su padre fue un italiano humilde, pero respetado, que nunca quiso salirse del camino de la honradez y de la ley; sin embargo tio Dominique, un delincuente, le atrajo con su vida ostentosa al mal camino. Aunque no lo dice expresamente parece que al final de su vida Vincent lamenta no haber seguido el camino de su padre. El libro tuvo un gran éxito en los Estados Unidos.