La vida de William Randolph Hearst es la crónica de su voraz apetito de poder, de riqueza, de mujeres... Heredó un periódico de su padre con apenas quince mil lectores y lo convirtió en el más leído de Estados Unidos, con unos veinte millones de ejemplares y primera piedra de un imperio de 28 periódicos, una agencia de prensa, varias cadenas de radio, una constelación de revistas y el estudio cinematográfico más importante de los años veinte. Su vocación política, de tinte populista, estuvo a punto de convertirle en alcalde de Nueva York y en candidato demócrata a la presidencia.