Crítica, en forma de novela, del internado de religiosos en el que permaneció el autor durante su infancia y primera juventud. Acusa a los religiosos de malos tratos, pederastia y hace de ellos un perfil denigrante.
Además de la experiencia personal de Pérez de Ayala, su fuente parece ser un religioso con el que tenía confianza y que abandonó la Orden.