No pierden actualidad los clásicos, son de ayer, de hoy y de siempre ¿Por qué? El lector ya lo sabe: porque tocan los temas importantes del ser humano, como el viaje de la vida, el destino y el final, el misterio del nacer y del morir, la amistad, las grandes pasiones, la dignidad, el alma, y Dios o al menos los dioses.